Sepan vuesas mercedes de lo que aconteció en la posada del insigne y noble caballero andante Richard y de su bella y sin par esposa Pilar de Castilla el dÃa del señor 7 .12.08. Pareciome a mÃ, que por encantamiento encontrarme en banquete real, o más bien en bacanal romana. Ni siquiera en las bodas de Camacho halagaron tanto a los comensales con tal cantidad de viandas ni lisonjas. Acudimos a tal evento los cuatro caballeros andantes, los más desfacedores de entuertos, los más hijosdalgos y también hay que decirlo, sin que desmerezca nada, los más triperos del reino.
Uno de ellos; un ilustre valenciano, caballero de buen saque apodado el general, metiose al pronto con el aceite, las hogazas y la sal .Don Miguel de Chirivella, goloso donde los haya, perdiose presto entre turrones, mantecadas y hojaldrados. El menor de los Ocheda gustaronle mas los pucheros las migas y las frituras. Y entre puchero y puchero, más de cuatro jarras de vino almacenaba a su costado. El servidor que les cuenta de lo que en la venta sucedió, solo comió algo de pernil de cerdo, y después algún lechazo.
Cuando ya nuestros ojos eran presas del sopor, y por no entrar en desatino; con la excusa de que una doncella era presa de gigantes; partimos presto a esos montes a luchar contra gigantes o tal vez contra molinos.
Y aquà se acaba la historia de una comida de aupa, que esta sin par familia valenciana y manchega tuvieron a bien de darnos a estos pobres caballeros.