Hay otras formas de acercarnos al conocimiento. Hay una forma de comprensión que no precisa de arduos estudios ni de lecciones magistrales; y aun asÃ, nos proporcionan beneficios imposibles de cuantificar a no ser que tengamos anuladas la capacidad de apreciar o sentir lo vital. Y es que cualquier encuentro con el mundo natural, nos hace invariablemente mejores personas y mejores habitantes del planeta.
Hoy regresamos de nuevo al barranco Moluengo. Este barranco esta situado en la zona donde la paciencia y la persistencia del rio Cabriel ha originado paisajes de gran belleza; destacando las impresionantes formaciones calizas, llamadas "Los cuchillos", entre los que se descuelga el barranco hasta su mismo lecho.
Sobrecogedores crestones calizos van flanqueandonos en todo momento mientras vamos efectuamos los cuatro rapeles de los que consta el recorrido.
Mientras atravesamos este valiosisimo ecosistema casi virginal dada la dificultad de su acceso;una pareja de halcones peregrinos nos recuerdan con sus pasadas y sus penetrantes chillidos, la propiedad de este laberinto secreto.
Texto de Mateo Lobisome
