La vertiente leonesa tiene numerosas deficiencias.
Adentrarse en el espacio protegido de los Picos de Europa supone, al menos hipotéticamente, abrir los ojos a un entorno natural de gran belleza paisajÃstica, un lugar que brinda al visitante la oportunidad de disfrutar de la naturaleza, facilitándole áreas de descanso y toda la información necesaria para no perderse y conocer los lugares más pintorescos.
Picos de Europa está catalogado como Parque Regional compartiendo el mismo territorio la categorÃa de Parque Nacional. Además, forma parte de una Reserva Regional de Caza y tiene la peculiaridad de ser el único entorno protegido de todo el paÃs cuyas poblaciones se encuentran Ãntegramente dentro del espacio natural, lo cual asegura al visitante el disfrute de pueblos pintorescos, perfectamente acordes con el entorno.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en Picos de Europa. Tan solo es necesario realizar un recorrido por la zona, fijándose en pequeños pero numerosos detalles, para comprobar la necesidad de realizar un urgente lavado de cara a un entorno tan peculiar, con el propósito de dejarlo a la altura del lugar que ocupa a nivel provincial, regional y nacional por méritos propios.
Recorriendo el camino que lleva a Posada de Valdeón, el turista se encuentra, en principio, con una señalización deteriorada, con pintadas que no han sido limpiadas en mucho tiempo y quitamiedos oxidados por el paso del tiempo que nadie ha considerado necesario sustituir; indicaciones ocultas por la maleza que se ha dejado crecer sin control alguno impidiendo, en muchos casos, incluso percibirlas.
La estrechez de la carretera deja además una muestra clara de su necesidad de ampliación, dado que la mayor parte de las señales de tráfico están dobladas, algunas incluso tendidas sobre el propio suelo. Hay zonas determinadas en las que las ramas de los árboles han subido tanto que se llegan a abrazar formando arcos sobre la carretera que, por cierto, han ido cogiendo con el tiempo la original forma de los autobuses que circulan por esta vÃa. En el alto del puerto de Panderrueda, donde el viajero acostumbra a realizar un alto en el camino antes de adentrarse enPicos, aprovechando el merendero que se pone a su disposición, existen varias mesas de pizarra partidas literalmente por la mitad que nadie se ha preocupado de sustituir en meses. Esto no ofrece, por asà decirlo, la mejor imagen de un entorno protegido y tampoco un aspecto cuidado a quienes visitan los Picos de Europa.
En Picos de Europa está prohibido realizar cualquier tipo de vertido, dada la categorÃa del entorno, y a los habitantes de los pueblos integrados en este espacio se les obliga a guardar un estricto cuidado con la estética de la zona. AsÃ, teniendo esto en cuenta, resulta inaudito hallar escombros en los márgenes de la carretera de acceso a Posada o toparse con cerramientos de fincas realizados con antiguos somieres, por poner algunos ejemplos sangrantes de fácil comprobación. Tampoco es de recibo que en un espacio con tanta protección no esté soterrado el cableado de las lÃneas eléctricas y de telefonÃa, que desfiguran con la maraña de cables y postes viejos el paisaje tan peculiar y rico de la zona.
Si desde hace años se apuesta a todos los niveles por el turismo como base del futuro económico de la montaña leonesa y, si los Picos de Europa son una de las zonas más visitadas de la Comunidad y uno de los parques naturales que anualmente reciben mayor número de visitantes a nivel nacional, pese a que precisamente su promoción deja bastante que desear, la llamada de atención a las administraciones implicadas en este entorno es clara por parte de los habitantes de los pueblos que se encuentra dentro del territorio del Parque Nacional.
Fuente: La Cronica de Leon
