Vaya manera que tenemos algunos de resarcirnos de aquel descalabro de ruta que hice hace 6 años y que tan mal pasé
. La verdad que tuvimos mucha suerte con el tiempo, con los refugios y con este grupo de gente con los cuales uno se puede ir al fin del mundo encantado.
Lo único negativo fue que me perdà una cena muy buena en el albergue, mi estomago no me quiso acompañar en la celebración.