El segundo dia de fallas Mark y yo planteamos subir con esqui de travesĂa el pico Alba (3.107 m.). Nos levantamos a la 5:00 y a las 6:40 ya estabamos foqueando. Primero por las pistas de fondo de Llanos del Hospital que dejamos para coger una diagonal por el bosque y asi atajar para llegar al refugio de la Reclunsa. El pico de Paderna protagoniza nuestra ascension por el torrente del Alba, ahora cubierto logicamente por nieve.
Lo dejamos a la derecha junto con el collado de Paderma. Ascendemos una pala a la izquierda que tiene mas desnivel de lo que parecĂa. A mitad pala las pieles de Mark (el equipo era alquilado), empìezan a acumular unos zuecos impresionantes (la nieve estaba muy hĂşmeda), impidiendole cantear correctamente, paramos y eliminamos todo el zueco y colocamos las cuchillas pues entrabamos en una zona de nieve helada. Pronto el collado de Paderma (2.524 m.) queda a nuestros pies.
Las rachas de viento iban creciendo en intensidad y frecuencia, hasta el punto de zarandearnos en varias ocasiones. Llegamos a la cota 2.760 y decidimos parapetarnos detras de una gran roca y pegar un bocado, a ver si mientras se calmaba el viento que cuando no soplaba se estaba de maravilla, vemos que pico ya no vamos a poder hacer pues hay una gran boina en la cota 2.900.
Asi que decidimos seguir disfrutando un rato mas de la vista parapetados en nuestro sofá particular y bajar. La nieve estaba muy pesada y húmeda dificultando los giros. Asà que despues de algún revolcón que otro nos metemos por los tubos de Paderma con un par de pendientes muy pronunciadas cruzando el bosque y en una hora y media nos encontramos en las pistas de fondo otra vez. Son las 14:30, pronto todavia. Decidimos hacer una par de prácticas con los Arvas. La primera lo encontamos enseguida. La segunda lo enterré bastante profundo y borré las huellas lo mejor que pude. La señal la encontramos relativamente rápido, pero para encontrar el aparatito de 15x10 nos costo 14 minutos mas. Se supone que si lo lleva una persona ocupa bastante mas y claro el ARVA sin persona es como una aguja en un pajar. Aún asà nos vino de maravilla la experiencia.
Mayte y Ana, que estaban haciendo esqui de fondo, aparecieron y acabamos la jornada con unas cervezas en el maravilloso hotel de Llanos del Hospital.